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Bidra med feedbackTuve una experiencia fantástica en este lugar. Es una joya completamente escondida, un lugar relajado y extravagante para quedarse toda la noche. De hecho, fuimos allí porque Candela, nuestro lugar de pizza favorito, estaba cerrado. Al llegar al Club, encontramos al propietario y chef de Candela, José, pasando la noche (nos divertimos mucho charlando y abrirá el restaurante esta noche solo para cocinar para nosotros, ¡pero eso será otra reseña!) así que definitivamente es el tipo de lugar donde ocurren encuentros divinos. El espacio está decorado con murales extravagantes pintados por Christian, quien también es el camarero y chef. Una selección fantástica de música se reproduce desde su computadora portátil, en cuyo teclado estaba durmiendo un gatito. Interesante selección de libros en español, desde Darwin hasta la biblia de Krishna. Christian también experimenta con infusiones de pisco, probamos una de mango seco y piña que era casi abrumadoramente floral y deliciosa. Nuestro anfitrión nos sirvió otra copa mientras estábamos desvaneciéndonos, incitándonos a quedarnos un poco más. Puede que hayas notado que aún no he mencionado la pizza. Principalmente porque para mí, la comida no fue el enfoque de la experiencia. De hecho, recomendaría venir aquí solo para pasar el rato y tomar pisco, tal vez ver una pizza salir de la cocina y luego decidir. No me malinterpretes, estaba deliciosa. Simplemente no era lo que la mayoría de los occidentales calificarían como una auténtica pizza (tamaño personal solamente, no horno de leña, no estoy seguro de cómo describir la "masa" exactamente). De todos modos, es una noche que no se olvidará.
Si quieres pasar un buen rato con tus amigos disfrutando de una buena pizza, ¡este es el lugar perfecto! Los dueños son encantadores, la comida es deliciosa y la atmósfera es muy agradable. ¡Es una pizzería perfecta para compartir un buen momento y experiencia con las personas! ¡Gracias a todos amigos :)
Gracias a Claudia y Diego, mi hermana y yo pasamos un tiempo increíble en Chachapoyas y disfrutamos de unas pizzas deliciosas en su restaurante, el Pizza Club. Christian, su socio, ha embellecido el lugar con hermosos murales en espiral y muebles hechos a mano. El restaurante es pequeño y acogedor y los propietarios te ofrecerán deliciosa comida y conversación amena. ¡Si vas a Chacha, ve directo a su lugar!
The Pizza Club in Chachapoyas is one of those wonderful rare surprises one finds in out-of-the- way places. In this case, in the middle of the Andes Mountains.The walls of this intimate pizza restaurant are covered with delightful, whimsical art, and the tables and chairs made by hand, by talented, Christian, one of the partners, who btw, also speaks great English. The pizzas are lovingly (I swear you can taste the love) hand-made to order by him, and his partners, Diego and Claudia. If one considers good conversatioin and ambiance, along with a delicious pizza, the Pizza Club rates as my favorite place to eat in all of Peru. -Ruby USA