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Bidra med feedbackHemos comido genial (6 personas) y nos han atendido aún mejor. El precio muy bien también, unos 25€ por persona fuera del menú y los platos abundantes. Pedimos unas croquetas variadas y unas rabas de entradas (ambas muy recomendables). De primeros un cocido montañés (un pelín salado para mi gusto) y una sopa de pescado, también para compartir. Ambos perolos súper abundantes, se podía repetir perfectamente. De segundo lechazo para compartir (es grande), unas chuletillas y un escalopín relleno de queso azul. Honestamente, si volviera, me decantaría por las chuletillas. O nos animaríamos por alguna otra carne de caza. Le pongo 4 estrellas porque el postre (pedimos tarta de queso al horno y unas natillas) no nos han hecho tanta gracia. Las natillas venían con virutas de limón y la tarta de queso no estaba mala pero... uhmmm, sin más.
Comida cántabra preparada con buena materia prima. Carta variada de platos caseros. Destaca por integrar carne de caza en algunos de los cocidos y guisos. Al igual que el resto, los postres son caseros, la tarta de chocolate está jugosa y sabrosa. Recomendaría especialmente el cabrito.
Muy acogedor por dentro, este restaurante se encuentra en el corazón del parque natural Saja-Besaya, a pocos kilómetros del casco histórico de la ciudad, y cuenta con un jardín principal. La cocina es típica de la zona, donde destaca el impresionante cocido de montaña, los frijoles y un espectacular catálogo de carnes rojas y de caza que preparan con esmero, todo disfrutado en medio de un paisaje natural de apariencia mágica. Si el tiempo lo permite, vale la pena reservar una mesa en la terraza de madera exterior. Para los amantes del baño en el río, hay una poza de fácil acceso desde el estacionamiento que merece la pena visitar. En resumen, es un gran lugar para visitar al menos una vez al año.
El restaurante está ubicado en un ambiente que no deja de sorprender. En cuanto a la comida, estoy absolutamente impresionada. Rara vez un lugar me ha dejado tan maravillada. El sabor casero es exquisito, y la calidad y presentación son dignas de lo mejor. Mi reconocimiento es para los cocineros y también para la camarera que atiende en el salón; es agradable, educada y muy profesional. Recomiendo nuestros platos con la más alta calificación: la montaña cocinada, el entrecot y el quesocake. También los garbanzos, los aperitivos y el arroz con leche son imperdibles. Con cada bocado, he vuelto a la cocina de mi madre y mi abuela. Ya estamos deseando volver.
Excelente cocina, excelente relación calidad-precio, en un entorno bonito. Muy bien atendido, con un servicio rápido y eficaz, muy amables. Puedes ir con tu mascota y el trato es genial. Recomiendo probar cualquier plato de olla, el cabritillo, el venado, los pescados de temporada y las tartas o los higos con ron.