Castuo - Pinofranqueado

Buena materia prima, lugar con encanto y buena atención, hemos disfrutado de una buena comida en familia.

Hemos venido 4 agostos seguidos y esta última vez ha sido un auténtico desastre …Estoy escribiendo sentada en la mesa y de verdad… así no se puede .. desde las 14 de la tarde sentados y hasta las 15.47 no nos pusieron el segundo plato después de quejarnos… Lentos… lentos… lentos… La calidad de la comida,pues un poco variado…. Cosas bien… y cosas no tan bien.

Merece la pena comer en este sitio, materia prima de excelente calidad con muy buen trato al producto, la única pega, la espera, aún estando de vacaciones y sin prisas, se nos ha echo muy largo esperar a tomar la comanda y la llega del entrante así como tomarnos los postres y la entrega de la cuenta, aunque han sido simpáticos y agradables. Para repetir A destacar la tarta de queso … increíble !!!!!

Es el peor sitio y el más lento en el que he estado , son muy lentos , y los dos camareros que hay que se ponen a reírse en vez de ponerse las pilas y servir a la gente. Es una decepción

La ultima vez que fuimos salimos encantados tanto en el hotel como en el restaurante, era Junio y no tenían tanto jaleo. Este fin de semana largo que hemos estado alojados decepcionados, tanto por algunas personas del equipo como con la comida. Pedimos un día paletilla de cabrito asada, no estaba asada estaba cocida a 21 €, otro día arroz con bogavante, el arroz malo y pasado si es verdad que nos quejamos cuando habíamos comido algo pero quedaba mas de la mitad, no dijeron que como ya se había marchado y no lo habíamos dicho antes que nos lo cobraban, estuvimos 4 días alojados comiendo y cenando, no tuvieron ni un solo detalle con nosotros por estos errores. Las chuletillas buenísimas y le pulpo igual. Respeto a la amabilidad de la encargada, pues sin querer ofender pues diría rozando casi la mala educación, igualmente la chica que hace las habitaciones, el camarero de los desayunos y comida del comedor muy amable. Sitio idílico que por unas malas caras y unos malos platos se pueden cargar, un pena.