Restaurante Bar Cuesta - Reocín

Bar restaurante situado junto al laberinto de cobertura, buena opción para comer sobre la base del esfuerzo para salir del laberinto. raciones muy generosas con una calidad bastante aceptable. el servicio era amable y dispuesto, con un trato más que correcto. el local tiene un comedor cubierto, además de una terraza al aire libre. También tiene su propio aparcamiento con un buen número de camas.

La comida genial, la cuarta estrella se la ha ganado con la tarta de queso. El precio económico, los camareros amables dentro de la locura que tenían. Se queda sin las 5 estrellas por la mala malisima organización de las mesas y las reservas, un verdadero desastre.

Sitio agradable para estar, buen ambiente. El camarero que nos atendió fue muy atento y agradable. La comida... Pedimos pulpo a la parrilla, tabla de ibericos y chuletillas de cordero. El pulpo muy bueno, los ibéricos (que eran de no muy buena calidad) no nos gustaron... Y el cordero tenía una muy buena calidad. Carta amplia con muchas raciones y abundantes.

El lugar es ideal para ir a comer, las porciones son grandes y los precios son bastante razonables. Había reservado una mesa para comer a las dos en punto, y llegamos un poco antes para tomar algo. Dado que no había lugar para disfrutar de una bebida, decidimos sentarnos en la mesa y pedir algo allí mientras elegíamos la comida, y ellos tomaron nota de eso. Un cuarto de hora después, tuve que avisar al gerente porque nadie se había acercado a nosotros, y él no se molestó. Por suerte, un camarero nos oyó y nos dijo que venía. Él nos recomendó una bebida y poco después tomó nota de nuestros platos. Debo decir que, según los comentarios de otros clientes, los pocos camareros que había se sentían abrumados. El gerente, en lugar de ayudar a sus compañeros, parecía no hacer nada al respecto. La comida estaba rica y abundante; la rabia no era mala, pero tampoco era para lanzar cohetes, así que lo probaremos de nuevo en nuestra próxima visita. Agradecemos al camarero que nos atendió y estuvo pendiente de nosotros, de no ser por él, hubiésemos pasado un mal rato. Es un lugar ideal para ir sin prisa.

Todo estaba muy bueno. Las porciones, más que generosas. La camarera fue muy atenta y amable. Como único inconveniente, pasamos un poco de frío en la terraza; nos dijeron que la calefacción estaba encendida, pero no lo parecía, hacía bastante frío. Es un buen lugar para volver a visitar.