Anna De Ventolà - Ribes de Freser

¡Gracias, Olga y Marc, por el trato, la comida y toda la experiencia! Aunque nuestra visita fue breve, nos ha encantado, así que volveremos.

Tuve unas vacaciones fantásticas en esta hermosa y acogedora casa de campo. Olga y Marc, los dueños, son muy amables y agradables. Es un lugar muy tranquilo con vistas hermosas.

Es un pequeño pueblo que pertenece a Ribes de Freser al que se llega por una carretera de curvas de unos 4 kilómetros y de 1 sólo carril. Pero vale la pena visitarlo si estas por la zona. Hay un hotelito, una casa rural y un restaurante, además de la pequeña iglesia de San Cristòfol.

Un pequeño y delicioso caserío (no se puede decir siquiera un pueblo) en un enclave privilegiado en los Pirineos, con vistas al Puigmal. Destacan las ruinas de su capilla, la uniformidad de la arquitectura de sus pocas casas (curiosamente, con tejas negras de estilo francés) y un excelente restaurante que ofrece una buena comida de montaña y unos embutidos de primerísimo nivel.

Un pueblecito precioso a 1200 metros de altitud.. pocas casitas y un restaurante maravilloso!!!